Algo Bueno
Mashehu Tov
Saludos a ustedes, de parte de todos nosotros que hemos trabajado diligentemente para preparar esta información para su estudio.
Es nuestra oración que encuentren aquí algo de valor — algo que pueda satisfacer su curiosidad acerca de lo que creemos sobre Yeshúa HaMashíaj.
No presentamos esto para forzar o coaccionar la creencia, sino simplemente para compartir la verdad de la Palabra de Dios, para que puedan examinarla por sí mismos y tomar su propia decisión. Junto con las Escrituras, también presentamos testimonios de varios rabinos que leyeron el Nuevo Pacto (el Nuevo Testamento) y llegaron a reconocer la verdad del Mesías. Además, incluimos estudios que responden preguntas acerca de Él directamente de la Biblia.
Estos recursos están disponibles en inglés, francés, hebreo, ruso y español. Si conocen a alguien que busca descubrir a Yeshúa, siéntanse libres de compartir esto con él en su idioma.
Al leer los testimonios de rabinos que buscaron la verdad, pueden descubrir que ellos hicieron algunas de las mismas preguntas que ustedes tienen. Ellos estudiaron, buscaron y oraron — y como resultado, muchos de estos hombres piadosos y temerosos de Dios llegaron a ver lo que otros habían pasado por alto: que el Mesías fue anunciado en la Biblia Hebrea, desde Moisés hasta los Salmos y los Profetas. Descubrieron que Él ya había venido, que vivió entre nosotros, cumplió muchas profecías, y que volverá de nuevo para cumplir las restantes.
Presentamos sus historias con corazones humildes. Cada rabino buscó solamente la verdad — no opiniones, no tradiciones, sino la verdad de Dios tal como fue revelada en Su Palabra. Ustedes pueden leer cómo ellos descubrieron que hay un solo Dios, y aprender el verdadero significado de la palabra ejad (una unidad compuesta). Pueden estudiar lo que ellos estudiaron, luchar con las mismas preguntas y llegar a sus propias conclusiones.
Yo mismo soy tanto judío como cristiano — judío de nacimiento, por mi madre y su madre antes que ella, y seguidor de Yeshúa por la fe. Un querido amigo nuestro, también judío y cristiano, sirvió una vez bajo uno de los generales más famosos de Israel. Años después, en la vida civil, pasaron una tarde recordando. Finalmente, la conversación se dirigió a la fe. Cuando el general escuchó de la fe de mi amigo en Yeshúa como Mesías, hizo una pregunta tras otra. Una se destacó: «¿Te obligaron a creer de esta manera?» Quedó asombrado al saber que la fe no es forzada, sino una decisión personal.
Hoy se estima que entre 15,000 y 30,000 judíos en Israel creen en Yeshúa como su Mesías. Sirven en el ejército, trabajan en todas las profesiones, pagan impuestos y viven como buenos ciudadanos. Recientemente, un rabino estimado que vivió más de cien años dejó una carta para ser leída un año después de su muerte. En ella declaró su fe de que el nombre del Mesías es Yeshúa. La carta fue recibida tanto con rechazo como con aceptación — pero cada persona debe decidir la verdad por sí misma.
Yeshúa puede no ser un nombre poco común, pero sólo Uno cumplió las profecías: nacido en Belén, viviendo entre Su pueblo, haciendo milagros, muriendo una muerte sacrificial en una cruz romana, sepultado en una tumba prestada, y resucitado corporalmente. Este mismo Yeshúa se apareció a Gedeón en el libro de Jueces (capítulo 6). Gedeón ofreció un sacrificio, y fue aceptado — algo que ningún simple ángel podía hacer. Sólo Dios mismo acepta sacrificio. Gedeón temió por su vida, diciendo que había «visto a Dios», pero Dios lo tranquilizó: «Paz a ti; no tengas temor; no morirás.» Los hombres y mujeres obedientes no son destruidos por Dios, sino bendecidos por Él.
La Biblia Hebrea contiene más de trescientas profecías cumplidas por Yeshúa. Lean Isaías 53 por ustedes mismos. ¿Describe a Israel, como algunos afirman, o predice al Mesías? Ustedes son capaces de decidirlo por sí mismos.
Los animamos: no sólo lean estos documentos — estúdienlos. Piensen, oren, y pidan a Dios que les muestre la verdad. La Biblia habla por sí misma. El Espíritu de Dios revela la verdad. El Hijo de Dios espera su aceptación de Él.
¿Acaso no dice Génesis 1:26: «Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza»?
Esto no son tres dioses. El Shemá declara:
Deuteronomio 6:4Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es.
Un solo Dios, revelado en más de una persona. Así como un hombre puede ser a la vez padre, hijo, hermano y esposo, y seguir siendo un solo hombre, así Dios es uno y sin embargo se revela como Padre, Hijo y Espíritu.
El profeta Daniel también predijo la venida del Mesías:
Daniel 9:24–2724 Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para terminar la prevaricación, y poner fin al pecado, y expiar la iniquidad, para traer la justicia perdurable, y sellar la visión y la profecía, y ungir al Santo de los santos.25 Sabe, pues, y entiende, que desde la salida de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe, habrá siete semanas, y sesenta y dos semanas; se volverá a edificar la plaza y el muro en tiempos angustiosos.26 Y después de las sesenta y dos semanas se quitará la vida al Mesías, mas no por sí; y el pueblo de un príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario; y su fin será con inundación, y hasta el fin de la guerra durarán las devastaciones.27 Y por otra semana confirmará el pacto con muchos; a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda. Después con la muchedumbre de las abominaciones vendrá el desolador, hasta que venga la consumación, y lo que está determinado se derrame sobre el desolador.
Los sacrificios del Templo señalaban al único sacrificio de Yeshúa. Como enseñó Moisés, sin derramamiento de sangre no hay perdón. La sangre de toros y machos cabríos no podía quitar el pecado, pero señalaba hacia adelante al sacrificio que vendría. La sangre de Yeshúa de Nazaret los cumple todos. Su sacrificio solamente trae perdón y reconciliación con Dios — sin necesidad de Templo.
Algunos argumentan que cuando un judío cree en Jesús como Mesías, deja de ser judío. Esto no es cierto. La identidad judía no se borra por la fe en el Mesías. Nací judío, y la fe en el cumplimiento de la profecía no cambia mi herencia. Mi ADN no se altera por mi fe. Sugerir lo contrario es una necedad.
En Israel y en otros lugares, creer en Yeshúa a veces se considera traición. Pero la verdad permanece: la fe en el Mesías no hace a uno menos judío, lo hace completo en las promesas de Dios.
Les ruego: no permitan que la presión de grupo, el temor o los rumores les impidan buscar la verdad. Decidan por sí mismos. Piensen. Oren. Pidan a Dios que se les revele.
Que su camino los conduzca a la verdad del Mesías, a Su amor, Su paz y Su salvación.
Shalom.
Es nuestra oración que encuentren aquí algo de valor — algo que pueda satisfacer su curiosidad acerca de lo que creemos sobre Yeshúa HaMashíaj.
No presentamos esto para forzar o coaccionar la creencia, sino simplemente para compartir la verdad de la Palabra de Dios, para que puedan examinarla por sí mismos y tomar su propia decisión. Junto con las Escrituras, también presentamos testimonios de varios rabinos que leyeron el Nuevo Pacto (el Nuevo Testamento) y llegaron a reconocer la verdad del Mesías. Además, incluimos estudios que responden preguntas acerca de Él directamente de la Biblia.
Estos recursos están disponibles en inglés, francés, hebreo, ruso y español. Si conocen a alguien que busca descubrir a Yeshúa, siéntanse libres de compartir esto con él en su idioma.
Al leer los testimonios de rabinos que buscaron la verdad, pueden descubrir que ellos hicieron algunas de las mismas preguntas que ustedes tienen. Ellos estudiaron, buscaron y oraron — y como resultado, muchos de estos hombres piadosos y temerosos de Dios llegaron a ver lo que otros habían pasado por alto: que el Mesías fue anunciado en la Biblia Hebrea, desde Moisés hasta los Salmos y los Profetas. Descubrieron que Él ya había venido, que vivió entre nosotros, cumplió muchas profecías, y que volverá de nuevo para cumplir las restantes.
Presentamos sus historias con corazones humildes. Cada rabino buscó solamente la verdad — no opiniones, no tradiciones, sino la verdad de Dios tal como fue revelada en Su Palabra. Ustedes pueden leer cómo ellos descubrieron que hay un solo Dios, y aprender el verdadero significado de la palabra ejad (una unidad compuesta). Pueden estudiar lo que ellos estudiaron, luchar con las mismas preguntas y llegar a sus propias conclusiones.
Yo mismo soy tanto judío como cristiano — judío de nacimiento, por mi madre y su madre antes que ella, y seguidor de Yeshúa por la fe. Un querido amigo nuestro, también judío y cristiano, sirvió una vez bajo uno de los generales más famosos de Israel. Años después, en la vida civil, pasaron una tarde recordando. Finalmente, la conversación se dirigió a la fe. Cuando el general escuchó de la fe de mi amigo en Yeshúa como Mesías, hizo una pregunta tras otra. Una se destacó: «¿Te obligaron a creer de esta manera?» Quedó asombrado al saber que la fe no es forzada, sino una decisión personal.
Hoy se estima que entre 15,000 y 30,000 judíos en Israel creen en Yeshúa como su Mesías. Sirven en el ejército, trabajan en todas las profesiones, pagan impuestos y viven como buenos ciudadanos. Recientemente, un rabino estimado que vivió más de cien años dejó una carta para ser leída un año después de su muerte. En ella declaró su fe de que el nombre del Mesías es Yeshúa. La carta fue recibida tanto con rechazo como con aceptación — pero cada persona debe decidir la verdad por sí misma.
Yeshúa puede no ser un nombre poco común, pero sólo Uno cumplió las profecías: nacido en Belén, viviendo entre Su pueblo, haciendo milagros, muriendo una muerte sacrificial en una cruz romana, sepultado en una tumba prestada, y resucitado corporalmente. Este mismo Yeshúa se apareció a Gedeón en el libro de Jueces (capítulo 6). Gedeón ofreció un sacrificio, y fue aceptado — algo que ningún simple ángel podía hacer. Sólo Dios mismo acepta sacrificio. Gedeón temió por su vida, diciendo que había «visto a Dios», pero Dios lo tranquilizó: «Paz a ti; no tengas temor; no morirás.» Los hombres y mujeres obedientes no son destruidos por Dios, sino bendecidos por Él.
La Biblia Hebrea contiene más de trescientas profecías cumplidas por Yeshúa. Lean Isaías 53 por ustedes mismos. ¿Describe a Israel, como algunos afirman, o predice al Mesías? Ustedes son capaces de decidirlo por sí mismos.
Los animamos: no sólo lean estos documentos — estúdienlos. Piensen, oren, y pidan a Dios que les muestre la verdad. La Biblia habla por sí misma. El Espíritu de Dios revela la verdad. El Hijo de Dios espera su aceptación de Él.
¿Acaso no dice Génesis 1:26: «Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza»?
Esto no son tres dioses. El Shemá declara:
Deuteronomio 6:4Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es.
Un solo Dios, revelado en más de una persona. Así como un hombre puede ser a la vez padre, hijo, hermano y esposo, y seguir siendo un solo hombre, así Dios es uno y sin embargo se revela como Padre, Hijo y Espíritu.
El profeta Daniel también predijo la venida del Mesías:
Daniel 9:24–2724 Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para terminar la prevaricación, y poner fin al pecado, y expiar la iniquidad, para traer la justicia perdurable, y sellar la visión y la profecía, y ungir al Santo de los santos.25 Sabe, pues, y entiende, que desde la salida de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe, habrá siete semanas, y sesenta y dos semanas; se volverá a edificar la plaza y el muro en tiempos angustiosos.26 Y después de las sesenta y dos semanas se quitará la vida al Mesías, mas no por sí; y el pueblo de un príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario; y su fin será con inundación, y hasta el fin de la guerra durarán las devastaciones.27 Y por otra semana confirmará el pacto con muchos; a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda. Después con la muchedumbre de las abominaciones vendrá el desolador, hasta que venga la consumación, y lo que está determinado se derrame sobre el desolador.
Los sacrificios del Templo señalaban al único sacrificio de Yeshúa. Como enseñó Moisés, sin derramamiento de sangre no hay perdón. La sangre de toros y machos cabríos no podía quitar el pecado, pero señalaba hacia adelante al sacrificio que vendría. La sangre de Yeshúa de Nazaret los cumple todos. Su sacrificio solamente trae perdón y reconciliación con Dios — sin necesidad de Templo.
Algunos argumentan que cuando un judío cree en Jesús como Mesías, deja de ser judío. Esto no es cierto. La identidad judía no se borra por la fe en el Mesías. Nací judío, y la fe en el cumplimiento de la profecía no cambia mi herencia. Mi ADN no se altera por mi fe. Sugerir lo contrario es una necedad.
En Israel y en otros lugares, creer en Yeshúa a veces se considera traición. Pero la verdad permanece: la fe en el Mesías no hace a uno menos judío, lo hace completo en las promesas de Dios.
Les ruego: no permitan que la presión de grupo, el temor o los rumores les impidan buscar la verdad. Decidan por sí mismos. Piensen. Oren. Pidan a Dios que se les revele.
Que su camino los conduzca a la verdad del Mesías, a Su amor, Su paz y Su salvación.
Shalom.
Recursos
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Estamos aquí para ayudarle con cualquier pregunta que pueda tener.No dude en contactarnos en:bible-to-israel@gmail.com
Si lo desea, podemos conectarle directamente con un maestro de la Biblia, o simplemente responder nosotros mismos a sus preguntas — como usted prefiera.
Nuestro objetivo no es discutir ni persuadir, sino ofrecer amistad, apertura y un diálogo honesto.
Su privacidad es importante para nosotros. Nunca venderemos ni compartiremos su información con fines comerciales.
Gracias por tomarse el tiempo para leer esta invitación.
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